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lunes, 30 de marzo de 2009

Alejandro Fernandez


Alejandro Fernández Abarca (n. 24 de abril de 1971; Guadalajara, Jalisco, México) es un cantante versátil mexicano que ha interpretado canciones de distintos géneros que van desde la música ranchera, mariachi, pop latino hasta la balada romántica.

Es hijo menor del famoso cantante ranchero Vicente Fernández y de María del Refugio Abarca. Tiene dos hermanos, Vicente y Gerardo, y una hermana, Alejandra.

En 1976, su padre presenta a Alejandro cantando «Alejandra» frente a más de 10.000 personas. Alejandro ha dicho que esa presentación fue un momento muy traumático, pues sufrió pánico escénico. A los seis años trabajó en la película «Picardía Mexicana», recibiendo su primera compensación económica.

Antes de incursionar en el mundo artístico, estudiaba arquitectura en la Universidad del Valle de Atemajac Campus Guadalajara.

Como empresario, a Fernández se le atribuye la propiedad del centro comercial en Guadalajara, llamado «Unicenter», donde están diferentes tipos de negocios, generando empleos a más de 170 personas.

También participó con su familia en la construcción del «Lienzo Charro y Centro de Espectáculo Don Vicente Fernández Gómez», el más grande lienzo de toda América Latina, con una capacidad para 11.000 personas. Básicamente, dedicado a espectáculos masivos y eventualmente competiciones de charrería.

Ha cantado junto a otras personalidades del mundo de la música como Gloria Estefan, Julio Iglesias, Miguel Bosé, Mario Frangoulis, Ednita Nazario, Franco De Vita y Beyoncé Knowles, &c. En 2005, participó en un concierto junto a los tenores Plácido Domingo y José Carreras —asistieron más de 50.000 personas al evento—. Asimismo, participó en una gira internacional junto a Chayanne y Marc Anthony, creando un símbolo de la expresión musical latina.

Su carrera ha seguido constante ascenso y reconocimiento, con el pasar de los años. El enorme aparato publicitario de la disquera «Sony Music», así como los contactos de Vicente Fernández en televisión, han sido la base de la proyección de este cantante, que con un repertorio variado ha logrado gran popularidad en México y Latinoamérica.

Vicente Fernandez


Vicente Fernández Gómez (n. 17 de febrero de 1940, Huentitán el Alto, Jalisco). Cantante y actor mexicano, considerado como el exponente contemporáneo más conocido de la música vernácula ranchera.

Vincent Van Gogh

Van Gogh, Vincent Van Gogh, Vincent Nacionalidad: Holanda Groot-Zunder 1853 - Auvers-sûr-Oise 1890 Pintor Estilo: Neo-Impresionismo Escuela:
Obras: 751
El tesón y las ganas de trabajar - más de 800 cuadros en nueve años como pintor - que demostrará Vincent a lo largo de su corta vida son encomiables y definen claramente la biografía de este magnífico pintor neo-impresionista. Vincent Willem van Gogh nace en Groot Zunder (Holanda) el 30 de marzo de 1853 en el seno de una familia de clase media. Su padre - Theodorus van Gogh - era un pastor protestante y su madre - Anna Cornelia Carbentus - pertenecía a una importante familia de encuadernadores. Sus tíos paternos se dedicaban al comercio de obras de arte, fundando la sucursal holandesa de la prestigiosa firma Goupil & Cie. No existen muchos datos sobre su infancia, iniciando sus estudios en 1861 y destacando en el aprendizaje de inglés, alemán y francés. Abandona repentinamente el instituto donde estudia y regresa a su casa; son los escasos datos que conocemos de estos años de adolescencia ya que hasta los 30 no tendrá vocación artística. Con 16 años empieza a trabajar en la galería Goupil, fundada por su tío en La Haya. Allí se vendían preferentemente obras de artistas holandeses contemporáneos - la conocida como Escuela de La Haya que buscará sus raíces en el paisaje realista del Barroco con Jacob van Ruysdael como principal protagonista - y de la Escuela francesa de Barbizon, origen del Impresionismo. Durante los cuatro años que Vincent estuvo en La Haya se empapó de estas escenas que tenían bastante salida comercial. Pero ya en estos momentos se inicia su profunda admiración por Millet, a quien considera el padre de la nueva pintura francesa. Anton Mauve, uno de los miembros de la Escuela de La Haya, contrae matrimonio con una de las tías de Vincent, quince años mayor que su marido, convirtiéndose Mauve en el primer mentor artístico de Van Gogh. En 1873 Vincent se traslada a Londres para trabajar en la sucursal de Goupil de la capital británica. Su primer año allí será de entera felicidad, apreciando la pintura de Constable y Turner, y afirmando su admiración por la pintura holandesa contemporánea. Parece que su primera crisis psíquica fue motivada por el rechazo sentimental de la hija de su patrona, la joven Ursula Layer, de quien se había enamorado profundamente. El deterioro físico y psíquico de Vincent fue tal que se le trasladó a la oficina de París por un periodo de tres meses. Vincent se volcó en la religión tras su fracaso amoroso, convirtiéndose en un hombre extraño. En 1875 regresa a París procedente de Londres - donde había estado los últimos seis meses - trabajando de nuevo en la central de la casa Goupil. Se obsesiona con la religión, descuidando su aspecto, leyendo continuamente la Biblia, incluso en el trabajo. También es un asiduo visitante del Louvre y del Museo del Luxemburgo. Cada vez rinde menos en el trabajo; por consiguiente, los jefes de la casa Goupil le dan un plazo de tres meses para que presente su dimisión. Corría el mes de enero de 1876 cuando Vincent abandona París y regresa a Inglaterra, siendo profesor en una escuela de Ramsgate donde su sueldo era el alojamiento y la comida. En julio de 1876 se instala en las cercanías de Londres, formando parte de una escuela metodista cuyo director le anima a impartir clases de ética y a predicar. Durante las Navidades de ese año regresa a Holanda y su padre le convence para que se quede en casa. En 1877 inicia un nuevo trabajo en una librería de Dordrecht gracias a la recomendación de su tío. Vive solo y no le interesa el trabajo por lo que pretende matricularse en la Facultad de Teología de Amsterdam en dos ocasiones sin obtener resultados positivos. Tras nuevos intentos fracasados, su padre consigue que se le otorgue un acuerdo para permanecer por un periodo de seis meses como predicador a prueba en el sector de Masnes, en la región belga de Borinage. Durante tres años estará Vincent trabajando con comunidades mineras, renunciando a sus escasas pertenencias para vivir como ellos. Ya entonces empieza a contar con la colaboración económica de su querido hermano Theo, quien trabaja en la central de Goupil en París. Esta dependencia económica se mantendrá durante el resto de la vida de Vincent. El ardor religioso remite y Vincent abandona a los mineros. Posiblemente haya decidido convertirse en un artista profesional por lo que se traslada a Bruselas, compartiendo estudio con Anton van Rappard. Inicia estudios de perspectiva y anatomía, acompañados de lecturas complementarias. En abril de 1881 Vincent regresa a la casa paterna de Etten, donde permanecerá ocho meses al enamorarse apasionadamente de su prima Kee Vos. Llega incluso a quemarse la mano ante el rechazo y se traslada a La Haya, viviendo con una prostituta embarazada que ya tenía un hijo llamada Sien Hoornik. Al pensar Vincent en hacerla su esposa, su padre considera declararle demente para alejarle de Sien. En esta breve etapa en La Haya se sitúa bajo la dirección artística de su tío Anton Mauve. Vincent realiza su primer óleo titulado Muchacha bajo los árboles en tonos oscuros siguiendo a la próspera Escuela de La Haya. Su compañera Sien será su modelo en múltiples dibujos. Pero la relación Vincent-Sien se agota y el pintor regresa a la casa paterna, ahora en Nuenen. Theo continúa su apoyo económico como anticipo de las ventas de unos cuadros que nunca se venderán. Vincent dirá a este respecto: "Yo no tengo la culpa de que mis cuadros no se vendan. Pero llegará el día en que la gente se dará cuenta de que tiene más valor de lo que cuestan las pinturas". Los dos años pasados en Nuenen (1883-1885) se culminan con la obra Campesinos comiendo patatas. Muerto su padre en abril de 1885, Vincent se siente más libre y en otoño se traslada a Amberes donde contempla los espectaculares retablos de la catedral ejecutados por Rubens, iniciando un aclarado de su paleta. La pintura de Delacroix también llamará su atención en estas fechas. Vincent tiene cada vez más claro que debe continuar su aprendizaje en París, donde se traslada por sorpresa en marzo de 1886. En la capital del arte del siglo XIX permanecerá por un periodo de dos años; primero se matricula en la escuela de Ferdinand Cormon para pintar modelos vivos. Allí conocerá a Toulouse-Lautrec, poniéndose en contacto con los impresionistas. Este nuevo movimiento artístico sirve a Vincent de punto de partida, aunque piensa que Millet ha hecho más por la pintura que Manet. Durante estos años realizará paisajes de las cercanías de su casa o bodegones de flores, apreciándose un aclarado de su paleta en relación con el periodo de Nuenen. También inicia ciertos experimentos con el Puntillismo así como conoce a Degas, interesándose por la figura humana. Pero la atención de Vincent se centra en sus contactos con los jóvenes Paul Signac y Émile Bernard, quienes consideran anticuado el Impresionismo. Ambos artistas influirán mucho en la obra de Vincent, que empieza a pensar en la creación de una comunidad de artistas. Las estampas japonesas supondrán también una importante influencia para el joven pintor, de igual manera que influyen en todos los movimientos del momento. Incluso llegó a reproducir varias estampas japonesas mientras el retrato de Père Tanguy está lleno de estampas niponas. El contacto de Vincent con Gauguin se inicia en el otoño de 1886. Entre ambos surgió un respeto mutuo, creciendo la admiración de Van Gogh hacia Paul a medida que pasaba el tiempo, haciéndose cada vez más fuerte la idea de constituir una sociedad de artistas en la que se compartieran gastos e ideas, ofreciéndose apoyo mutuo. En febrero de 1888 Vincent se traslada al sur de Francia, a Arles, buscando su lugar de escape, su Japón del Sur como él denominaba a la ciudad mediterránea. En Arles beberá mucho menos y creará mucho más. Alquilará una casa, la Casa amarilla, pero la soledad es muy dura - sólo mantenía relaciones con la familia del cartero Roulin y sus amigos - por lo que empezó a creer con más fuerza en su ansiada sociedad de artistas. Invitó a Gauguin a instalarse en Arles, aceptando éste trasladarse en octubre de ese año, tomando Paul el dinero que Theo Van Gogh le envió para dar gusto a la idea de su hermano. Vincent está en un tremendo estado de excitación ante la llegada de su amigo y se dedica a la decoración de la casa con una serie de paneles con girasoles. Cuando Gauguin llega, incita a Vincent a pintar de memoria, creando escenas como el Sembrador, en las que la naturaleza resulta ligeramente fantaseada. Pero la convivencia entre ambos artistas no es fluida y las discusiones cada vez suben más de tono. El desenlace se produce la noche del 23 de diciembre de 1888. Después de haber bebido mucho, discuten de nuevo y Vincent amenaza a su amigo con una navaja de afeitar. Gauguin, asustado, se marcha al hotel y Vincent, arrepentido por el desenlace de la disputa, decide arrancarse el lóbulo de su oreja derecha, entregándoselo a una prostituta para que lo lleve a Gauguin como señal de arrepentimiento. El escándalo fue mayúsculo y la policía acordonó la casa; Vincent es internado en el hospital y delira durante tres días. En enero de 1890 regresa a su casa y pinta las sillas - donde observamos la diferencia de ambos pintores - así como varios autorretratos donde se aprecia su mutilación. Las noticias de la promesa de matrimonio de Theo con Johanna Gesina Bonger, hermana de su amigo Anders Bonger, no hacen mucha gracia a Vincent, especialmente por la amenaza económica que suponía. Además, su amigo Roulin es trasladado a Marsella quedándose bastante solo de nuevo. En febrero Vincent es ingresado de nuevo en el hospital al cuidado del doctor Felix Rey ya que padece de insomnio y alucinaciones, imaginándose que alguien quiere envenenarle. Un mes más tarde, un grupo de treinta vecinos de Arles solicita el internamiento del "loco del pelo rojo" como le denominan, una vez más, en el hospital. La policía cierra la Casa Amarilla con todos sus cuadros. Tras abandonar el hospital, Vincent abandona su hogar y se instala en dos pequeñas habitaciones del doctor Rey. Las recaídas son cada vez más frecuentes y el propio Vincent desea ingresar en un sanatorio, lo que ocurre el 8 de mayo. Voluntariamente, se marcha al sanatorio mental de Saint-Paul-de-Mausole, cerca de Saint-Rémy, a 27 kilómetros de Arles. ¿Cuál era la enfermedad de Vincent? Exactamente desconocemos a qué se debían esas crisis y ataques, surgiendo múltiples hipótesis. La más certera sería una inestabilidad psíquica de carácter congénito, acentuada por el abuso del alcohol. No en balde el doctor le rebajará la dosis de alcohol a medio litro diario, indicándonos esta noticia que era un alcohólico empedernido. Lo que no es del todo cierto es que las crisis que sufre Van Gogh influyan en su pintura ya que Vincent sólo duerme cuando tiene un ataque, teniendo miedo a estas crisis porque no puede crear durante esas fases. Por lo tanto, decir que la obra de Van Gogh es el resultado de los ataques de locura de un esquizofrénico es totalmente falso. Más bien nos encontramos ante la visión de una persona muy sensible que sabe aplicar el color como nadie en su momento. Este encierro en Saint-Rémy le obliga a pintar lo que hay alrededor del hospital, tanto las habitaciones, la naturaleza o los propios internos. Después de varios ataques - en uno de ellos intenta tragarse las pinturas - Vincent recibe la noticia de que Theo va a ser padre, deseando que el pintor sea el padrino del futuro bebé. Lleno de emoción, quiere regresar al norte de Francia para poder estar más cerca de sus amigos. Ahora trabaja copiando obras de Millet o Delacroix porque tiene miedo a pintar al aire libre. Tras una conversación con Pissarro, Theo considera conveniente que Vincent se instale en Auvers-sur-Oise, en el noroeste de París, al cuidado del doctor Gachet, famoso homeópata relacionado con los impresionistas. A fines de diciembre de 1889 sufre un nuevo ataque mientras está pintando e intenta tragarse las pinturas; una vez más el doctor le prohibe pintar, permitiendo la ejecución de dibujos. El 31 de enero de 1890 Johanna da a luz un niño al que se llamará como su tío, Vincent Willen. La noticia llena de alegría al pintor, que también se entera de la primera compra de un cuadro suyo - el Viñedo rojo - por parte de Anne Boch. En mayo de ese año viaja a París para conocer a su sobrino, pasando tres días en la ciudad, que le parece demasiado ruidosa e intranquila. Parte para Auvers, alojándose en una pensión primero y después en un Café. El doctor Gachet le cuida cariñosamente e incluso piensa que está curado, considerando que nunca más tendrá un ataque. Durante los dos meses que vivió en Auvers pintó más de 80 cuadros, demostrando estar en pleno éxtasis creador. El 6 de julio de 1890 Vincent va a París para ver a su hermano; le encuentra muy preocupado por su situación laboral, el problema de la vivienda y la enfermedad del pequeño Vincent. Se agobia por ser una carga para su hermano y temiendo un nuevo ataque, el 27 de julio sale al campo y se dispara con un revólver; regresa a su hogar y avisa a los señores Ravoux para que soliciten un médico al no encontrarse bien. Reconoce haberse disparado y los doctores le vendan la herida pero no extraen la bala. Enterado de la noticia, Theo parte para Auvers y pasa el día con Vincent, fumando ambos en pipa. El 29 de julio de 1890 fallece el primer genio de la pintura contemporánea. Curiosamente, su hermano Theo muere seis meses después en una casa de salud de Utrecht. Desde 1914 ambos hermanos reposan juntos en el cementerio de Auvers-sur-Oise.

lunes, 16 de marzo de 2009

Miguel Ángel

(Miguel Ángel Buonarrotti, en italiano Michelangelo; Caprese, actual Italia, 1475 - Roma, 1564) Escultor, pintor y arquitecto italiano. Habitualmente se reconoce a Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI y cuya figura está en la base de la concepción del artista como un ser excepcional, que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.

Durante los cerca de setenta años que duró su carrera, Miguel Ángel cultivó por igual la pintura, la escultura y la arquitectura, con resultados extraordinarios en cada una de estas facetas artísticas. Sus coetáneos veían en las realizaciones de Miguel Ángel una cualidad, denominada terribilità, a la que puede atribuirse la grandeza de su genio; dicho término se refiere a aspectos como el vigor físico, la intensidad emocional y el entusiasmo creativo, verdaderas constantes en las obras de este creador que les confieren su grandeza y su personalidad inimitables.

La vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que dejó sus obras maestras. Aprendió pintura en el taller de Ghirlandaio y escultura en el jardín de los Médicis, que habían reunido una excepcional colección de estatuas antiguas. Dio sus primeros pasos haciendo copias de frescos de Giotto o de Masaccio que le sirvieron para definir su estilo.

En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos esculturas que lo proyectaron a la fama: el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta última, su obra maestra de los años de juventud, es una escultura de gran belleza y de un acabado impecable que refleja su maestría técnica.

La Piedad de Miguel Ángel

Al cabo de cinco años regresó a Florencia, donde recibió diversos encargos, entre ellos el David, el joven desnudo de cuatro metros de altura que representa la belleza perfecta y sintetiza los valores del humanismo renacentista.

En 1505, cuando trabajaba en el cartón preparatorio de la Batalla de Cascina (inconclusa) para el Palazzo Vecchio, el papa Julio II lo llamó a Roma para que esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra hasta 1545 y sólo terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos; dejó a medias varias estatuas de esclavos que se cuentan en la actualidad entre sus realizaciones más admiradas, ya que permiten apreciar cómo extraía literalmente de los bloques de mármol unas figuras que parecían estar ya contenidas en ellos.

La creación de Miguel Ángel (Capilla Sixtina)

Julio II le pidió también que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se consideraba ante todo un escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más sublime. Alrededor de las escenas centrales, que representan episodios del Génesis, se despliega un conjunto de profetas, sibilas y jóvenes desnudos, en un todo unitario dominado por dos cualidades esenciales: belleza física y energía dinámica.

En 1516, regresó a Florencia para ocuparse de la fachada de San Lorenzo, obra que le dio muchos quebraderos de cabeza y que por último no se realizó; pero el artista proyectó para San Lorenzo dos obras magistrales: la Biblioteca Laurenciana y la capilla Medicea o Sacristía Nueva. Ambas realizaciones son en el aspecto arquitectónico herederas de la obra de Brunelleschi, aunque la singular escalera de acceso a la biblioteca, capaz de crear un particular efecto de monumentalidad en el escaso espacio existente, sólo puede ser obra del genio de Miguel Ángel. La capilla Medicea alberga dos sepulturas que incluyen la estatua del difunto y las figuras magistrales del Día, la Noche, la Aurora y el Crepúsculo.

En 1534, Miguel Ángel se estableció definitivamente en Roma, donde realizó el fresco del Juicio Final en la capilla Sixtina y supervisó las obras de la basílica de San Pedro, en la que modificó sustancialmente los planos y diseñó la cúpula, que es obra suya. Su otra gran realización arquitectónica fue la finalización del Palacio Farnesio, comenzado por Sangallo el Joven.

Thomas Alva Edison

(Milan, 1847 - West Orange, 1931) Inventor norteamericano, el más genial de la era moderna. Su madre logró despertar la inteligencia del joven Edison, que era alérgico a la monotonía de la escuela. El milagro se produjo tras la lectura de un libro que ella le proporcionó titulado Escuela de Filosofía Natural, de Richard Green Parker; tal fue su fascinación que quiso realizar por sí mismo todos los experimentos y comprobar todas las teorías que contenía. Ayudado por su madre, instaló en el sótano de su casa un pequeño laboratorio convencido de que iba a ser inventor.

Thomas Edison

A los doce años, sin olvidar su pasión por los experimentos, consideró que estaba en su mano ganar dinero contante y sonante materializando alguna de sus buenas ocurrencias. Su primera iniciativa fue vender periódicos y chucherías en el tren que hacía el trayecto de Port Huron a Detroit. Había estallado la Guerra de Secesión y los viajeros estaban ávidos de noticias. Edison convenció a los telegrafistas de la línea férrea para que expusieran en los tablones de anuncios de las estaciones breves titulares sobre el desarrollo de la contienda, sin olvidar añadir al pie que los detalles completos aparecían en los periódicos; esos periódicos los vendía el propio Edison en el tren y no hay que decir que se los quitaban de las manos. Al mismo tiempo, compraba sin cesar revistas científicas, libros y aparatos, y llegó a convertir el vagón de equipajes del convoy en un nuevo laboratorio. Aprendió a telegrafiar y, tras conseguir a bajo precio y de segunda mano una prensa de imprimir, comenzó a publicar un periódico por su cuenta, el Weekly Herald.

En los años siguientes, Edison peregrinó por diversas ciudades desempeñando labores de telegrafista en varias compañías y dedicando su tiempo libre a investigar. En Boston construyó un aparato para registrar automáticamente los votos y lo ofreció al Congreso. Los políticos consideraron que el invento era tan perfecto que no cabía otra posibilidad que rechazarlo. Ese mismo día, Edison tomó dos decisiones. En primer lugar, se juró que jamás inventaría nada que no fuera, además de novedoso, práctico y rentable. En segundo lugar, abandonó su carrera de telegrafista. Acto seguido formó una sociedad y se puso a trabajar.

Perfeccionó el telégrafo automático, inventó un aparato para transmitir las oscilaciones de los valores bursátiles, colaboró en la construcción de la primera máquina de escribir y dio aplicación práctica al teléfono mediante la adopción del micrófono de carbón. Su nombre empezó a ser conocido, sus inventos ya le reportaban beneficios y Edison pudo comprar maquinaria y contratar obreros. Para él no contaban las horas. Era muy exigente con su personal y le gustaba que trabajase a destajo, con lo que los resultados eran frecuentemente positivos.

A los veintinueve años cuando compró un extenso terreno en la aldea de Menlo Park, cerca de Nueva York, e hizo construir allí un nuevo taller y una residencia para su familia. Edison se había casado a finales de 1871 con Mary Stilwell; la nota más destacada de la boda fue el trabajo que le costó al padrino hacer que el novio se pusiera unos guantes blancos para la ceremonia. Ahora debía sostener un hogar y se dedicó, con más ahínco si cabe, a trabajos productivos.

Su principal virtud era sin duda su extraordinaria capacidad de trabajo. Cualquier detalle en el curso de sus investigaciones le hacía vislumbrar la posibilidad de un nuevo hallazgo. Recién instalado en Menlo Park, se hallaba sin embargo totalmente concentrado en un nuevo aparato para grabar vibraciones sonoras. La idea ya era antigua e incluso se había logrado registrar sonidos en un cilindro de cera, pero nadie había logrado reproducirlos. Edison trabajó día y noche en el proyecto y al fin, en agosto de 1877, entregó a uno de sus técnicos un extraño boceto, diciéndole que construyese aquel artilugio sin pérdida de tiempo. Al fin, Edison conectó la máquina. Todos pudieron escuchar una canción que había entonado uno de los empleados minutos antes. Edison acababa de culminar uno de sus grandes inventos: el fonógrafo. Pero no todo eran triunfos. Muchas de las investigaciones iniciadas por Edison terminaron en sonoros fracasos. Cuando las pruebas no eran satisfactorias, experimentaba con nuevos materiales, los combinaba de modo diferente y seguía intentándolo.

En abril de 1879, Edison abordó las investigaciones sobre la luz eléctrica. La competencia era muy enconada y varios laboratorios habían patentado ya sus lámparas. El problema consistía en encontrar un material capaz de mantener una bombilla encendida largo tiempo. Después de probar diversos elementos con resultados negativos, Edison encontró por fin el filamento de bambú carbonizado. Inmediatamente adquirió grandes cantidades de bambú y, haciendo gala de su pragmatismo, instaló un taller para fabricar él mismo las bombillas. Luego, para demostrar que el alumbrado eléctrico era más económico que el de gas, empezó a vender sus lámparas a cuarenta centavos, aunque a él fabricarlas le costase más de un dólar; su objetivo era hacer que aumentase la demanda para poder producirlas en grandes cantidades y rebajar los costes por unidad. En poco tiempo consiguió que cada bombilla le costase treinta y siete centavos: el negocio empezó a marchar como la seda.

Su fama se propagó por el mundo a medida que la luz eléctrica se imponía. Edison, que tras la muerte de su primera esposa había vuelto a casarse, visitó Europa y fue recibido en olor de multitudes. De regreso en los Estados Unidos creó diversas empresas y continuó trabajando con el mismo ardor de siempre. Todos sus inventos eran patentados y explotados de inmediato, y no tardaban en producir beneficios sustanciosos. Entretanto, el trabajo parecía mantenerlo en forma. Su única preocupación en materia de salud consistía en no ganar peso. Era irregular en sus comidas, se acostaba tarde y se levantaba temprano, nunca hizo deporte de ninguna clase y a menudo mascaba tabaco. Pero lo más sorprendente de su carácter era su invulnerabilidad ante el desaliento. Ningún contratiempo era capaz de desanimarlo.

En los años veinte, sus conciudadanos le señalaron en las encuestas como el hombre más grande de Estados Unidos. Incluso el Congreso se ocupó de su fama, calculándose que Edison había añadido un promedio de treinta millones de dólares al año a la riqueza nacional por un periodo de medio siglo. Nunca antes se había tasado con tal exactitud algo tan intangible como el genio. Su popularidad llegó a ser inmensa. En 1927 fue nombrado miembro de la National Academy of Sciences y al año siguiente el presidente Coolidge le hizo entrega de una medalla de oro que para él había hecho grabar el Congreso. Tenía ochenta y cuatro años cuando un ataque de uremia abatió sus últimas energías.

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